Antenor Orrego en sus 132 años

La UPAO pone en valor la vigencia de su pensamiento

Daniel Hidalgo

5/27/20245 min leer

Hace 132 años en Montán (un 22 de mayo), una hacienda cajamarquina, nació un intelectual multifacético, que permaneció casi olvidado o postergado; pero se recupera por el legado cultural que dejó, con el que pasa sobradamente los límites de un verdadero maestro. Antenor Orrego es su nombre, y en Trujillo, una reconocida universidad de una población de 25 mil estudiantes, rinden culto a su obra.

Orrego llegó con su familia a Trujillo siendo niño, para estudiar en el Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo y luego los estudios superiores en la Universidad Nacional. Desde joven universitario su pasión fue la entrega por la lucha social, lo que le costó muy caro, ya que ese fue el motivo del veto de la institucionalidad oficial; pese a su contribución a la modernización de la universidad peruana, desde que impulso la Reforma Universitaria.

Fue senador de la república y uno de los prominentes autores de la ley universitaria. Y Rector de la UNT durante dos años, cinco meses y siete días, logrando el terreno de la Facultad de Medicina y su organización. Empezó la recuperación de Chan Chan. Se crearon nuevas cátedras. Se dio carácter facultativo a los departamentos de Química, Educación y Ciencias Económicas. Becas al extranjero para profesores y estudiantes.

De la vigencia de Orrego, su obra y su acción, la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) se ha convertido en la principal impulsora, por su pensamiento vigoroso en su mensaje, estando en camino la institución de la cátedra que llevando su nombre estará destinada a desarrollar su mensaje filosófico y moral.

El estudio del trabajo intelectual de Orrego aún está inconcluso; no obstante, sus Obras completas fueron publicadas en cinco tomos: en 1995, la primera edición, y en 2012, la segunda.

CONVERSATORIO

Desde el 21 de mayo, al recordar el aniversario de su nacimiento, una serie de actividades culturales —promovidas por la UPAO—, con la participación de estudiantes se desarrollaron en su campus; un conversatorio de universitarios de diversas facultades, dio inicio a las actividades del aniversario, con el nombre de “Antenor Orrego y su encuentro con la juventud”, en el que se escucharon una serie de reflexiones y análisis de la obra orreguiana, en sendas intervenciones ante un auditorio lleno, que esta vez fue el foyer del teatro Víctor Raúl Lozano Ibáñez; contando con las principales autoridades orreguianas encabezadas por el rector (e) Luis Cerna Bazán.

En dicho conservatorio los expositores fueron los propios estudiantes representados por Jorge Vega Núñez (Derecho), Rodrigo Haro Aguado (Ciencias de la Comunicación), Marisella Dávalos Alfaro (Ingeniería de Computación y Sistemas) y Rosa Orbegoso Alvarado (Psicología). Teniendo como moderador al maestro Luis Amaya Deza.

Entre las reflexiones y preguntas que formularon los estudiantes y docentes a los panelistas fue su inquietud por el perfil de profesor que esperan los estudiantes, a partir del pensamiento de Antenor Orrego. Las respuestas fueron diversas, como la de un docente humilde para aceptar que en la experiencia académica el aprendizaje es recíproco.

Además, de ser empático y más que un formador de profesionales científicos y tecnológicos, lo que busca la filosofía orreguiana es la consolidación de un ciudadano humanista con gran sensibilidad y conciencia social.

“Antenor Orrego fue un defensor de los jóvenes cuestionadores. Recogieron las palabras del catedrático Luis Alberto Sánchez, sobre la juventud decía que es una actitud y no una condición biológica; juventud es estar joven”, precisó Amaya Deza.

JUEGOS FLORALES

El estudiante Rodrigo Haro Aguado resultó ganador de la categoría Ensayo. El estudiante Ian García García ganador de la categoría de Fotografía.

En las redes sociales de la UPAO, circulan podcasts alusivos al natalicio; y la realización de Juegos Florales, con categorías de Ensayo y de Fotografía, alusivos a la obra de este pensador.

«Que todo aquel que quiera saturarse de algo legítimamente espiritual vaya al libro, léalo…», fue el comentario de Luis Valle Goicochea cuando apareció El Monólogo eterno.

Pese a su influencia cultural notoria en Trujillo durante los primeros 50 años del siglo pasado, a Orrego se le quiso negar la consideración que se merecía, al contrario, fue postergado a pesar de que sus libros fueron elogiados por la intelectualidad de otros países de América.

Cuando aparece NOTAS MARGINALES el primer libro de Orrego, Cesar Vallejo escribe «… es libro apostólico, triptolémico, sacerdotal…».

GRUPO NORTE

Como propulsor o motivador cultural, se lo reconoce como padre del famoso Grupo Norte, que significó una ruptura con “el colonialismo mental” eurocentrista; destacó como animador de César Vallejo, y Víctor Raúl Haya de la Torre.

El Grupo Norte enroló a cultores del arte y la cultura entre ellos a los músicos: Carlos Valderrama y Daniel Hoyle; artistas plásticos: Macedonio de la Torre, Camilo Blas, Mariano Alcántara y Esquerriloff; economistas: Manuel Vásquez Diaz, y Carlos Manuel Cox; periodistas: el propio Orrego, José Eulogio Garrido, César Vallejo, Xandovál, Juan Espejo Asturrizaga, Alfredo Rebaza Acosta, Eloy Espinoza; poetas y narradores: Cesar Vallejo, Alcides Spelucín, José Eulogio Garrido, Francisco Xandovál, Eloy Espinoza, Oscar Imaña, Federico Esquerre, Juan José Lora, Ciro Alegría, Luis Valle Goicochea.

Orrego en el periodismo se inició en 1912, en el diario La Reforma del que llega a ser su director; luego, el diario La Libertad al promediar 1920 y por el año 1923, fundó EL NORTE, su principal trinchera de lucha; en esos años del “oncenio de leguía” fue el animador de los cenáculos de jóvenes y obreros que en Trujillo declararon su filiación a la Alianza Popular Revolucionaria Americana, y luego en los primeros años de la década del 30 fundador y primer dirigente en la ciudad del Partido Aprista Peruano. En todos esos años, convirtió a los periódicos que dirigió en tribuna de la protesta popular, siendo el principal animador del reconocimiento de las 8 horas de trabajo.

«Desde las páginas de Amauta, la gran revista de Mariátegui; El Norte, de Trujillo; La Pluma, de Montevideo; La Nueva Democracia, de Nueva York; Repertorio Americano, de Costa Rica; Claridad, de Buenos Aires… Orrego ha ido dejando destilar su pensamiento unitario… profundamente espiritual en lo que concierne a los rumbos de la cultura americana». Escribe Luis Alberto Sánchez, en Santiago de Chile.

Todos esos años fueron de convulsión política llegando al extremo del levantamiento popular el 7 de julio de 1932. Sus ideas contrastaron con los gobiernos militares, reclamando el derecho a la libertad y la defensa del pueblo; por lo que Orrego sufrió 8 carcelerías y vivió condenado a la clandestinidad durante largos años.

«Dedico este libro a las nuevas generaciones del Perú y de América que sienten el acendrado, el vivo apremio de encontrar su propia alma», escribió Antenor Orrego, en 1937, en su libro Pueblo-continente, como presagio del reconocimiento y preocupación por su obra y trascendencia para la juventud, que en la actualidad es parte de una importante universidad.

NATALICIO

En el día central, del natalicio de Antenor Orrego, el 22 de mayo, destacaron las disertaciones del rector (e) Luis Cerna Bazán y la conferencia del doctor Elmer Robles Ortiz, denominada “Orrego en tres momentos y tres misivas”.